P. Vayeshev

Mi padre me escondió
En el convento unos días antes.
Las enfermeras nos obligaron a bendecir.
Un dios no es un dios, un extraño.
Y la inanición superó la restricción.
Yo y otros bendecidos
Y no había ningún lugar para correr
El pueblo está vacío de judíos.
Y lleno de asesinos.

Mi hermano
Quien no nació
Fue asesinado dentro de mi madre.
Cuando ella cayó al barranco.

Que los obligaron a cavar
El pequeño no tuvo el merito de caer a un hoyo.
Y Dios no lo salvó.
De serpientes y escorpiones.

Yo dije Shema, escucha
Muy en silencio
Para no ser castigado
En una noche oscura allí
En un agujero negro
Indefenso

Mas de una vez
Lo haré escuchar al mundo
Con su tierra llena de sangre,
Pero solo un eco
rizado retorcido contesta.

Pasaron los años y volví.
Finalmente todo esto lo superé
Recordé que era judío
Y no me olvido

En la noche fría
Yo hablo solo
Registro los nombres de mi hermano.

Y exijo aun más
Les demando por mi hermano

Y el niño no está.

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Ver el libro «Meat Min HaOr»
HaRav Hanan Porat, 2006: Sefriyat
Bet El pp.299-303.

Para una buena investigacion del tema, ver:
https://www.yadvashem.org/download/about_holocaust/studies/bogner_full.pdf